sábado, 15 de agosto de 2009

Llora tu guitarra (mini fic)

EPÍLOGO


Hay que ver lo tonto que llegas a ser a veces, Billyto… pero son esas tonterías las que consiguen que yo siga vivo…

Aún así, espero tardar mucho tiempo en verte… quiero que disfrutes una larga vida por los dos.

Y sobre todo me gustaría hacerte llegar un mensaje para mi Marie… no sabes cuánto la echo de menos…

No sabes cuántas veces me he arrepentido por no haber aceptado tu proposición, hermano, a lo mejor ahora estaría junto a vosotros.





Sé que no estoy a vuestro lado, pero me niego a marcharme de este lugar… y más aún cuando veo lo mucho que estáis sufriendo por mi ausencia, por mi cabezonería…

Perdonadme… es lo único que os puedo decir.





Ya han pasado casi seis años desde que me diagnosticaron mi muerte… las juergas fueron las causantes de mi desgracia…

Pero, afortunadamente os pude disfrutar en vida.

Por eso me cuesta tanto marcharme.




Ahora todo es distinto. Me veo con fuerzas para ver la luz, para partir a un lugar mejor… o peor, quién sabe.

La evidencia me ha mostrado mi destino: debo dejaros vivir…

Debo dejarte cantar, Bill.

Sé que tú te sientes vivo mostrando tu voz al mundo… sé que es la única forma que tienes para volver a sentirte vivo.

Y estate tranquilo, que por muchas promesas que me hayas hecho, sé que esta es la única que vas a romper. Que conste que por ser tú, te perdono.



No puedo evitar observarte desde este lugar inmaterial.
Observo tu dolor resurgir a cada aliento que sale por tu boca.

No puedes seguir así, Bill. No te lo permito.

Por algo yo soy el mayor de los dos… aunque ahora tú tienes más años que yo, jodío.



Pasan los días, o quizás son años, pero yo sigo a tu lado, intentando enviarte de la mejor forma mis sentimientos.
No debes sufrir, hermano, yo me encuentro bien.

Y aunque no te lo creas, cada día siento que muero por dentro con sólo observarte.
No te lo tomes a mal, pero es que cada vez te estás abandonando más. Ya no eres el sex-simbol que intentaba a toda costa robarme los ligues…

Estás muriéndote por dentro… y creo que es por mi culpa.



Ya casi han pasado seis años desde que me dedicasteis el primer adiós. La verdad es que yo me encuentro como si fuera el día de mi muerte, aquél día en el que no me dejasteis solo ni un momento… por eso mismo yo no quiero partir de aquí… de vuestro lado.

Más de una vez he escuchado alguna vocecilla que me llamaba… quizás fuera Marie o mi Maya… pero yo no quise escucharla por si al hacerle caso me marchaba de vuestro lado.



Otra vez te encuentras en nuestro piso de Berlín.

Te he escuchado llamarme… quizás lo hayas hecho con el corazón… pero tu dolor era tan intenso que no he podido evitar acudir en tu rescate.

Intento decirte lo que debes hacer…

“Debes cantar. Sabes que lo necesitas.” Te repito una y otra vez… pero tan sólo sabes llorar mi ausencia.

“¡¡Dichosa promesa!!” maldigo una y otra vez.


Pero hoy se te ve diferente. Te veo mucho más decidido, y parece ser que mi Marie te ha ayudado a dar ese gran paso.

Coges mi guitarra, la cual se encuentra fría y solitaria. La abrazas con cariño… le das tu calor, y…
Por fin vuelvo a escuchar tu voz.

Intento posarme a tu lado para que notes mi presencia. Te noto estremecer ante el posible contacto que he depositado en ti.

Tu canción lo dice todo…

“Se que el tiempo curara, aunque nada siga igual. No me quiero resignar. No olvidaré.”
Así me gusta, que lo intentes.
Sabes que yo estoy aquí.

Sigo escuchando tu voz quebrada… no suena igual que antes. Se nota que llevas tiempo sin utilizarla. Al igual que los grandes instrumentos, si no los usas terminan por oxidarse… como mi guitarra.

Ahora que me doy cuenta ¿¡Quién te ha dado permiso para cogerla?!
Bueno… te lo perdono por ser tú. Pero ni se te ocurra de dársela al Hobbit o a Gus-Gus.


“Si amaneciera sin ti, yo no se que seria de mi. Hoy la muerte me ha mostrado ya sus cartas y no entiendo la jugada. Trato de salir .No quiero admitir… mi soledad”
Como se nota que compusiste esta canción en mis últimos días de vida.
Si es que eres de lo más previsible Billyto.
Tranquilízate, que todo este tiempo he estado a tu lado… y no te pienso dejar hasta que tenga la seguridad de que no te vas a rendir.

“El primer rayo de sol me ilumina el corazón. Te distingo junto a mí. Mi salvación”
¡Bien! ¡por fin he conseguido que me sientas a tu lado!
No sabes lo que me ha costado… ¿unos seis años?
Bueno, pero al menos sé que me sientes aquí.



Cada día te veo más animado. Esto me gusta. Me siento muy orgulloso de ti, Bill.

Y hay que ver lo engañados que tienes a todos, para nada se esperan el espectacular acontecimiento que tienes preparado para mí.

Sabes como hacerme feliz, jodío.



Todo ha salido bien.
Al fin te sientes otra vez tú. Sabes que esto no está mal, yo te doy permiso para que continúes con lo que te dicta tu corazón.

El momento ha llegado, y sabes que me tengo que marchar… por mucho que nos pese a los dos.

Pero antes debo transmitirte una cosa. Por última vez serás mi mensajero, mi dulce Hermes.

¿Qué pasa? Yo también puedo ser tierno de vez en cuando. Y esta es una ocasión especial.
Sé que lo harás bien.

Esta es mi despedida.


- Tito Bill, ¿qué haces? – ya hemos comenzado, hermano, no te eches atrás.
- Creo que tengo un mensaje para vosotras. Hazme el favor de llamar a tu madre, Maya.
- Voooy. – es igualita a mí, ¿a qué si? Tengo miedo de no poder verla crecer allá a donde voy.
- ¿Te encuentras bien, Bill? – cada día está más bella, y en parte es gracias a ti. La verdad es que no me importaría que… ¡¡¡eso jamás!!! Ni se te ocurra pensar en eso, Tom. Madre mía, esto de estar muerto cada día me afecta más. Menos mal que no me escucha nadie.
- Jejeje – espero que no te estés riendo de mí, que si no. – Tengo un mensaje… - te veo dudar, pero díselo, seguro que te cree.
- ¡De mi Tom! – grita emocionada. Ves, ella nota mejor mi presencia que tú. ¿Para eso quiero yo un hermano gemelo? Pues anda que…
- Sí. Quiere que os cante una cosa. Es su último adiós. – ánimo hermanito.

Coges mi guitarra, otra vez (anda que no te lo he advertido veces) y te susurro al oído lo que tienes que cantar.


http://es.youtube.com/watch?v=uryAOJj-v4k


Ahora que está todo en silencio
y que la calma me besa el corazón
os quiero decir adiós
porque ha llegado la hora
de que andéis el camino ya sin mi,
hay tanto por lo que vivir
no llores cielo y vuélvete a enamorar
me gustaría volver a verte sonreír

Pero mi vida
yo nunca podré olvidarte
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme
hay tantas cosas
que nunca te dije en vida
que eres todo cuanto amo
y ahora que ya no estoy junto a ti
te cuidaré desde aquí

Sé que la culpa os acosa
y os susurra al oído: “pude hacer más”
no hay nada que reprochar
ya no hay demonios
en el fondo del cristal
y sólo bebo todos los besos
que no te di

Pero mi vida
yo nunca podré olvidarte
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme
hay tantas cosas
que nunca te dije en vida
que eres todo cuanto amo
y ahora que ya no estoy junto a ti
vivo cada vez que habláis de mi
y muero otra vez si lloráis
he aprendido al fin a disfrutar
y soy feliz

No llores cielo
y vuélvete a enamorar
nunca me olvides
me tengo que marchar

Pero mi vida
yo nunca podré olvidarte
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme
hay tantas cosas
que nunca te dije en vida
que eres todo cuanto amo
y ahora que ya no estoy junto a ti
desde mi cielo
os arroparé en la noche
y os acunaré en los sueños
y espantaré todos los miedos,
desde mi cielo
os esperaré escribiendo
no estoy solo pues me cuidan
la libertad y la esperanza
yo nunca os olvidaré


- Ni nosotros a ti, amor mío.
- Hasta pronto hermano.

“Hasta pronto” les digo antes de irme hacia la luz.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...