Llora tu guitarra (mini fic)

Capítulo 2: Si amaneciera sin ti…


Intento llevarlo lo mejor posible, intento mantenerme firme a cada paso que doy sin tu respaldo, sin tu presencia. Pero, por más que me esfuerzo, sé que lo único que podrá hacerte justicia, lo único que puedo hacer para honrar tu memoria… es justamente aquello que te juré que no haría jamás.

Pero mi corazón clama por una canción más.

Ya tendrás tiempo de darme capones cuando nos reencontremos allá donde estés.

…

He sacado fuerzas de flaqueza para retornar al que un día fue nuestro hogar, sólo tuyo y mío…

Me encuentro en Berlín, en nuestro apartamento de solteros, el cual ha sabido ser capaz de conservar toda tu esencia.

Respiro hondo, aprieto mi puño izquierdo… y abro la puerta de tus aposentos.

Y tal como me lo temía, todo sigue igual. Tus gorras perfectamente colocadas, tu habitación repleta de recuerdos de los buenos momentos… de tus recuerdos.

Miro a mi alrededor, intentando buscarte, deseando despertar de esta pesadilla en la que tú no estás en mi vida. Pero al volver a abrir los ojos, todo sigue igual… todo salvo una guitarra fuera de su lugar.

Al observarla, mi corazón me da un vuelco, como si una corriente de mil voltios recorriera mi cuerpo de arriba abajo. Ese cosquilleo me anima a coger tu guitarra, aquella de la cual no te separabas jamás, con la que solíamos componer nuestros mejores temas…

Me acerco a ella, intento cogerla, pero mi mano no para de templar ya que no paro de pensar que puede conservar tu esencia entre sus cuerdas.

Esa guitarra es un trocito de ti… es una parte de mi Tom.

Ansío volver a sentirte entre mis brazos, por lo que no dudo ni un instante y me abalanzo a estrechar tu guitarra entre mis brazos… y entonces siento como sus cuerdas vibran de dolor…

Llora tu guitarra… llora tu ausencia…

Le faltan tus dedos, tu calor…

Le faltas tú.

Y yo no puedo evitar volver a derrumbarme y sumirme en el vacío de la oscuridad de tu habitación solitaria.

…

- Bill… siento que mi final está cercano…
- No digas eso, Tom, yo puedo ayudarte, puedo donarte parte de mi hígado.
- Ya es demasiado tarde…
- ¡PERO AL MENOS INTENTÉMOSLO!
- No quiero que sufras innecesariamente…
- ¡NO QUIERO PERDERTE, TOM!
- No me perderás… tan sólo no estaré a tu lado.
- Esto suena a despedida…
- Es que lo es, tonto.


- Sabría que estarías aquí – me devolvió a la cruel realidad tu viuda.
- Lo siento Marie, no pude evitar volver. – le confesaba a la par que depositaba tu triste guitarra en tu fría cama.
- No puedes seguir así, Bill. – me abrazó – Al final caerás enfermo.
- Lo sé. – era exactamente lo que quería, así podré estar de nuevo contigo, hermano.

Desde que la conocimos en aquél museo de Paris, siempre nos había comprendido a la perfección… y sobre todo no jugó con ninguno de los dos.

Por eso estoy seguro que mantendrá viva tu esencia y vuestro amor por siempre.

Yo confío en ella.
Además, es una grata satisfacción el saber que ella ha sido la que te pudo hacer padre… aunque no hayas podido conocer a tu semilla encarnada.
La pequeña Maya conserva tu pícara sonrisa… y es por ella por la que estoy decidido a llevar a cabo este plan descabellado.

- Bill… ¿es cierto eso que me han dicho los chicos? – me pregunta con temor.
- Lo siento.
- No tienes por qué sentirlo… - me abraza con cariño – de siempre he pensado que esa promesa que os hicisteis era una estupidez.
- Jeje – por una vez me hace sonreír.
- No me gusta verte alicaído… y sé que a Tom tampoco le gusta.
- Necesito volver, Marie.
- Lo sé. Por eso tienes todo mi apoyo.


La dejo marchar… pero sus ánimos me han dado fuerza…


Y en la soledad vuelvo a cantar…

Canto por primera vez los versos que escribí cuando comencé a perderte.

http://es.youtube.com/watch?v=ooGZ98iLTys&feature=related


Ahora que mi voz se ha convertido
En apenas un suspiro
Debo descansar
Hoy que en la mitad de mi camino
La evidencia me ha vencido
Y me ha hecho llorar

Se que el tiempo curara
Aunque nada siga igual
No me quiero resignar
No olvidare

Yo que hasta el momento ignoraba
En el punto en que se hallaba
Esa enfermedad
Siento que la vida es como un hilo
Que se corta de improviso
Y sin avisar

Y en la oscura habitación
Necesito oír tu voz
Ahora duermes junto a mi
Esperaré...

Si amaneciera sin ti
Yo no se que seria de mi
Hoy la muerte me ha mostrado ya sus cartas
Y no entiendo la jugada
Trato de salir
No quiero admitir
Mi soledad

Duermo apenas cinco o seis minutos
Suficientes para hundirme
En la tempestadLos demonios que hay bajo la cama
Esta noche no se callan
No me dejaran

El reloj marca las seis
Lo mas duro es el final
Y la luz se posara
En el cristal
Huyo a veces pienso en otra cosa
Mi cerebro reacciona
No me deja en paz

Y de nuevo vuelve a sacudirme
Ese frío incontenible
Que es la realidad

El primer rayo de sol
Me ilumina el corazón
Te distingo junto a mi
Mi salvación

Si amaneciera sin ti
Yo no se que seria de mi
Hoy la muerte me ha mostrado ya sus cartas
Y no entiendo la jugada
Trato de salir
No quiero admitir
Mi soledad

Y en la oscura habitación
Necesito oír tu voz
Ahora duermes junto a mi
Esperaré

El primer rayo de sol
Me ilumina el corazónT
e distingo junto a mi
Mi salvación

Si amaneciera sin ti
Yo no se que seria de mi
Hoy la muerte me ha mostrado ya sus cartas
Y no entiendo la jugada
Trato de salir
No quiero admitir
Mi soledad


Perdóname… pero por primera vez desde que me faltas he vuelto a sentirme yo.